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En los inicios de la telefonía eran pocos los abonados en cada pueblo y ciudad. Eran pocos los números a recordar y si fallaba la mente se consultaba a una operadora telefónica, mujeres que siempre sabían (y saben) escuchar. Veamos cómo un sistema operativo de red tiene su nacimiento a mitad del siglo XX en la cuna de las redes telefónicas.
Los SISTEMAS OPERATIVOS EN RED Son aquellos sistemas que mantienen a dos o más equipos unidos a través de algún medio de comunicación (físico o no), con el objetivo primordial de poder compartir los diferentes recursos hardware y software.
Los sistemas operativos de red más ampliamente usados son: Novell Netware, LAN Manager, Windows Server, UNIX, Linux, LANtastic, Li, etc.
Al igual que un equipo no puede trabajar sin un sistema operativo, una red de equipos no puede funcionar sin un sistema operativo de red. Si no se dispone de ningún equipo que monte un sistema operativo de red, no existirá una gestión centralizada de recursos, por lo que la red se convertirá en lo que hemos denominado grupo de trabajo. Si existe un sistema operativo en red, los recursos de la red se gestionan siempre a través del ordenador principal de forma centralizada. En un entorno de red podemos diferenciar claramente dos componentes:
Clientes. Equipos normalmente configurados con sistemas operativos monopuesto, que se conectan y validan al servidor para poder empezar a trabajar en la red.
Servidores. Equipos configurados con operativos de red que proporcionan recursos a los clientes y el software de red del cliente permite que estos recursos estén disponibles para los equipos clientes. La red y el sistema operativo del cliente están coordinados de forma que todos los elementos de la red funcionen correctamente.
Fuente: https://www.mheducation.es/bcv/guide/capitulo/8448169468.pdf
Software y hardware de un sistema en red
Ya sabemos que el sistema operativo (SO) de un equipo coordina la interacción entre el hardware (memoria, UCP, espacio de disco, dispositivos periféricos, etc.) y el software (los programas o aplicaciones) que está ejecutando.
En un entorno de red, los servidores proporcionan recursos a los clientes de la red, y el software de red del cliente permite que estos recursos estén disponibles para los equipos clientes. La red y el sistema operativo del cliente trabajan juntos para que todos los elementos de la red funcionen bien.
Normalmente, un sistema operativo en red tiene un sistema operativo multitarea, que como su nombre indica proporciona el medio que permite a un equipo procesar más de una tarea a la vez.
Los sistemas operativos en red actuales están diseñados para poder trabajar con más de un procesador. Las versiones de Windows Server básicas y UNIX/Linux pueden trabajar con hasta dos procesadores de forma simultánea, gracias al conocido SMP (Multiproceso Simétrico). Si el hardware en el que instalamos este SO solamente cuenta con un procesador, el SO funcionará correctamente, pero no podrá aprovechar las ventajas del SMP. Por decirlo de alguna forma, es como si trabajase en monotarea.
Un sistema operativo multitarea real puede ejecutar tantas tareas como procesadores tenga. Si el número de tareas es superior al número de procesadores, el equipo debe ordenar los procesadores disponibles para dedicar una cierta cantidad de tiempo a cada tarea, alternándolos hasta que se completen las citadas tareas. Un sistema operativo de red tiene algunas características que lo catalogan. Algunas de ellas son las siguientes:
Conecta todos los equipos y recursos de la red.
Coordina las funciones de todos los periféricos y recursos.
Proporciona seguridad controlando el acceso a los datos y recursos.
Optimiza la utilización de los recursos.
La gestión de recursos y equipos de la red se realiza de forma centralizada.
Características de los sistemas operativos en red
Compartir recursos. Compartir es el término utilizado para describir los recursos que públicamente están disponibles para cualquier usuario de la red. La mayoría de los sistemas operativos de red no solo permiten compartir, sino también deter- minar el grado de compartición. Las opciones para la compartición de recursos incluyen:
Permitir distintos usuarios con diferentes niveles de acceso a los recursos (privi- legios).
Coordinación en el acceso a los recursos asegurando que dos usuarios no uti- licen el mismo recurso en el mismo instante.
Indicar que en este punto, por ejemplo, habrá usuarios de la red que podrán acce- der a determinados documentos, solamente para poder leerlos. En cambio, otros además de leerlos, podrán modificarlos e incluso habrá usuarios que no tengan ni permisos para poder leer esos archivos. Estos privilegios o permisos son concedi- dos por el administrador a los usuarios de la red.
Gestión de usuarios. Los sistemas operativos de red permiten al administrador de la red determinar las personas, o grupos de personas, que tendrán la posibilidad de acceder a los recursos de la misma. El administrador de una red puede utilizar el sistema operativo de red para:
Crear, borrar o modificar usuarios y grupos de usuarios.
Otorgar o quitar permisos de usuario a los recursos de la red controlados por el sistema operativo de red.
Asignar o denegar permisos de usuario en la red.
Todos los miembros de un grupo tendrán los mismos permisos, asignados al grupo como una unidad. Cuando se une a la red un nuevo usuario, el administrador puede añadir el nuevo usuario al grupo apropiado, con sus correspondientes permisos y derechos. Esto no implica que particularmente cada usuario pueda tener sus propios privilegios sobre los recursos del sistema.
Gestión de la red. Algunos sistemas operativos de red avanzados incluyen herramientas de gestión que ayudan a los administradores a controlar el comportamiento de la red. Cuando se produce un problema en la red, estas herramientas de gestión permiten detectar síntomas de la presencia del problema y presentar información sobre los mismos. Con estas herramientas, el administrador de la red puede tomar la decisión correcta antes de que el problema suponga riesgos serios o una caída de la red.